El cante
El cante flamenco.
El cante flamenco, según la Real Academia Española, es “el canto andaluz agitanado”.Al intérprete, se le denomina cantaor.
Como género de composiciones musicales o estilos, empieza a ser divulgado hacia mediados del siglo XIX. Según la opinión más aceptada, surgió como resultado de la yuxtaposición de modos musicales folclóricos diferentes de Andalucía. Las coplas de sus diferentes estilos expresan en general, los sentimientos e intuiciones radicales del hombre. Los temas principales del cante flamenco, son el amor, la vida y la muerte. No se atienen a ningún patrón métrico rígido. Carece de las más genuinas figuras poéticas y grandilocuencia retórica. Suelen impresionar por su desnudez literaria y capacidad de síntesis.
La música se desarrolla apoyándose en melismas y vibratos, y los temas melódicos describen una trayectoria especial en cada cantaor. Bajo esta denominación, se incluyen además de los estilos originarios por la yuxtaposición anteriormente citada. Son los que a lo largo del tiempo se han unido al género por un proceso de aflamencamiento, como por ejemplo es el caso de algunas canciones hispanoamericanas.
Existen diferentes cantes flamencos, dependiendo de los distintos palos del mismo: Alboreá, Alegrías, Bambera, Bulería, Cabal, Campanilleros, Cantiña, Caña, Carcelera, Caracoles, Cartagenera, Colombiana, Debla, Fandango artístico, Fandangos de Almería, Fandangos de Huelva, Fandango de Güéjar-Sierra, Farruca, Garrotín, Geliana, Granaína, Guajira, Jabera, Jondo, Jota de Cádiz, Liviana, Malagueña, Mariana, Martinete, Media granaína, Milonga, Minera, Mirabrás, Murciana, Nana, Petenera, Playera, Rumba, Saeta, Serrana, Sevillanas, Seguidilla, Soleá, Tango, Tanguillo, Taranta, Taranto, Tiento, Toná, Trillera, Vidalita, Villancico, Zambra y Zorongo.
Diario de Madrid - Alba Molina en la piel del flamenco