Chuflas
Las Chuflas como palo flamenco, son una modalidad de cante, de baile y toque desenfadado, con carácter burlón. Hoy están prácticamente disueltas en las bulerías.
En el año 1901, en una estampa de flamencos que se publicó en el suplemento "Alrededor del Mundo", se hizo referencia a Antonio de la Rosa “El Pichiri” como bailaor de chufla (“de bailes análogos a los de los negros tangos”).
Con las bulerías actuales, comparten las chuflas un gran número de elementos. Incluso con toda probabilidad, las chuflas sean un palo anterior a las bulerías; hasta que éstas se cristalizaron en el repertorio de los cantaores jerezanos, gaditanos y sevillanos de principios del siglo XX. Las chuflas, pudieron ser pues una modalidad castiza y gaditana de las bulerías.
En el año 1906, “El Pena” padre, dejó grabadas chuflas que conformaron su parentesco con las bulerías. También fueron grabadas por Garrido (Jerez). Pero en este caso, lo hizo en el modo mayor de las bulerías de Cádiz y las cantiñas.
En Cádiz, se practican las chuflas con un sello muy particular de gracia y salero de esta ciudad flamenca.
El compás de las chuflas es idéntico al de las bulerías, pero hace más hincapié en ser más ternario que las bulerías; teniendo influencia claramente de las soleares y las cantiñas. La tonalidad de las chuflas también es la misma que en las bulerías, que puede ser tonal (menor o mayor), o tonalidad sobre modo flamenco. Admiten todo tipo de letras, al igual que las bulerías. Preferiblemente la cuarteta octosílaba, o la tercerilla de cinco sílabas (alegría).
Mariana Cornejo fue una de sus más destacadas intérpretes.